Reflexiones de un poeta después de un concierto
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foto: Gabriel Ganiarov |
Amanece en Caracas, y de nuevo he sofocado a la soberbia, miro en la ondulación de sus terrenos a la espera interminable, a las manos atadas que impiden el impulso, es la locura en la proa de mi existencia en esta ciudad. Las luces que nacen me dan la clara perspectiva; del perdón, de la mentira, de la moneda apostada y perdida, del sagaz miedo a la muerte que repta. Anoche viví al sueño en la música de mis canciones, recibí de la gente que escuchaba la ilustración y la sombra, la tormenta y la fiebre, y al final del concierto, la simpleza del silencio. Nada mas hermoso que hacer aquello que te gusta y tratar de subsistir en base a ello, con equidad y justicia. Doy mis frutos en la creación, en la vigilia del incomprendido, esperando el golpe mortal de los sueños invisibles, de la mano ausente y del beso perdido. Hace veinte años, traté de hacerlo y los sucesos machacados por los héroes no permitieron ascender al estrecho renglón de los conocidos. Ahora, en medio de la barbarie, lucho por mantener al insomnio con manos temblorosas, con verbo que arde y música que acaricia...
Aún lucho...
porque aún amo..
Gabriel Ganiarov
(Escrito al día siguiente
de la presentación de mi Grupo Massel
en el Moulin Rouge, En Caracas
año 2017)
👋👋👋👋👋👋👋
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