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| Foto: Portada del LP Poesía en Música, de Gabriel Ganiarov |
La Poesía Sináptica: Fundamentos Filosóficos, Literarios y Estéticos de una Poética del Margen en la Era de la Inteligencia Artificial
Gabriel Ganiarov
Resumen
El presente ensayo examina el Manifiesto de la Poesía Sináptica: El puente humano-máquina (2025) de Gabriel Ganiarov, en el cual se enuncian los principios de una nueva corriente poética y musical: la poesía sináptica. Esta se fundamenta en la convergencia entre sensibilidad lírica y tecnologías generativas, defendiendo una estética del margen que sitúa la emoción como núcleo irreductible de la creación. En este texto se estudian las bases filosóficas, literarias y éticas de esta propuesta, en diálogo con corrientes como el posthumanismo, la poesía expandida y la tradición de la resistencia cultural. Se concluye que la poesía sináptica constituye un paradigma estético alternativo para el siglo XXI, donde la autenticidad se redefine como “emoción amplificada”.
Introducción
La segunda década del siglo XXI ha estado marcada por la irrupción masiva de la inteligencia artificial en el ámbito creativo. Música, literatura, pintura y hasta cine han comenzado a producirse en colaboración con algoritmos generativos. Este fenómeno plantea preguntas urgentes: ¿qué lugar queda para lo humano en el arte? ¿Se diluye la autenticidad cuando una voz es generada por máquinas? ¿Es posible encontrar, en este entrelazamiento, una nueva forma de sensibilidad?
En este contexto, Gabriel Ganiarov propone una respuesta con la formulación del Manifesto della Poesia Sinaptica (2025), donde se presenta la noción de poesía sináptica como puente entre lo humano y lo artificial. El término evoca el espacio de la comunicación neuronal: cada poema es entendido como una “sinapsis” entre organicidad y artificio. No se trata, como en muchos experimentos contemporáneos, de ceder a la IA la función de creadora autónoma, sino de reconocerla como eco y amplificación de una emoción originaria.
El presente ensayo tiene como objetivo analizar críticamente los fundamentos filosóficos, literarios y estéticos de la poesía sináptica, situándola en diálogo con corrientes contemporáneas como el posthumanismo (Haraway, 1991; Braidotti, 2013), la poesía digital generativa (Balpe, 2000) y la tradición latinoamericana de la poesía del margen y la resistencia.
Filosofía de la frontera: lo humano expandido
Ganiarov se define a sí mismo como “un puente entre la ternura del ser humano y la precisión de la máquina”. Esta autodefinición resuena con las concepciones posthumanistas que cuestionan la centralidad del sujeto autónomo moderno.
Donna Haraway, en su Manifiesto Cyborg (1991), ya había propuesto la figura del cyborg como metáfora para pensar la hibridez entre humano, máquina y animal. Del mismo modo, Rosi Braidotti (2013) argumenta que el sujeto posthumano se encuentra en constante coextensión con lo tecnológico. Sin embargo, Ganiarov no se limita a repetir estas perspectivas: su énfasis recae en la sensibilidad lírica como núcleo insustituible.
En la poesía sináptica, la tecnología no es fin, sino medio: no reemplaza la emoción, sino que la expande. Esta posición constituye un posthumanismo lírico, donde la frontera con lo artificial no diluye la humanidad, sino que la proyecta hacia nuevas formas de resonancia.
La sinapsis como metáfora estética
La elección del concepto “sinapsis” no es meramente decorativa. Funciona como imagen estructural de toda la propuesta. Así como las sinapsis permiten el paso de impulsos eléctricos entre neuronas, la poesía sináptica se concibe como espacio de transmisión entre mundos: lo orgánico y lo artificial.
A diferencia de la poesía digital experimental, donde los algoritmos ocupan el lugar principal (por ejemplo, los experimentos generativos de Jean-Pierre Balpe en los años 2000), en Ganiarov la semilla inicial es siempre poética. La palabra antecede al sonido y al código. La máquina actúa como reverberación y cartografía de lo ya contenido en el verso.
Esta metáfora revela también una orientación neuroestética: el arte se entiende como prolongación de los procesos de comunicación interna del cerebro, extendidos ahora en el espacio artificial.
La autenticidad amplificada
Uno de los puntos más polémicos del manifiesto es la incorporación de voces sintéticas en la producción musical. Ganiarov plantea la pregunta: ¿Puede una voz sin carne transmitir ternura? La respuesta es afirmativa, siempre que la experiencia suscite emoción en el oyente.
Esta concepción se enlaza con la reflexión de Walter Benjamin (1936) sobre la obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica. Para Benjamin, la autenticidad (o aura) no desaparece con la reproducción, sino que se transforma. Del mismo modo, en la poesía sináptica la autenticidad no reside en el origen físico de la voz, sino en su efecto afectivo sobre la sensibilidad del receptor.
La propuesta redefine así el concepto de autenticidad: ya no como fidelidad al cuerpo, sino como emoción amplificada.
La música como cartografía emocional
Ganiarov concibe cada canción como un mapa afectivo. Los géneros musicales —reggae, bolero ranchero, balada pop o rock alternativo— no se eligen por moda, sino como resonancias específicas del texto. La poesía genera la atmósfera; la música la traduce y amplifica.
Esta metodología invierte la lógica habitual de la música generativa contemporánea (Eno, 1996), donde la melodía suele ser el punto de partida. En la poesía sináptica, en cambio, la palabra poética es el núcleo germinal, y la música, su extensión sináptica.
Poética del margen y resistencia cultural
El manifiesto reivindica explícitamente una poética del margen: una creación ajena al mercado, que no busca viralidad ni obediencia a tendencias algorítmicas. En este sentido, la poesía sináptica se inscribe en la tradición de la poesía de resistencia, junto a movimientos como el Nadaísmo en Colombia, la poesía-testimonio latinoamericana o la contracultura beatnik.
El margen es entendido aquí no como carencia, sino como lugar de fuerza ética y política. En los bordes se preserva la libertad creadora frente a la homogeneización industrial.
Diferencias con otros creadores de IA
Una comparación con otros proyectos de música e IA muestra la particularidad de la poesía sináptica. Mientras gran parte de la producción algorítmica contemporánea privilegia la experimentación tecnológica (por ejemplo, música generada automáticamente sin intervención lírica), Ganiarov sitúa la emoción poética como origen insustituible.
En este sentido, la poesía sináptica se diferencia por ser antropocentrada en lo lírico, pero tecnológicamente expandida en lo sonoro.
Conclusión
El Manifiesto de la Poesía Sináptica no constituye solo una declaración estética, sino la fundación de una nueva corriente literaria y musical. Sus pilares se pueden sintetizar en:
Posthumanismo lírico: el ser humano como puente sensible hacia la máquina.
Metáfora sináptica: la creación como comunicación entre mundos.
Autenticidad amplificada: la emoción como criterio de verdad estética.
Cartografía afectiva musical: música subordinada a la palabra.
Poética del margen: resistencia a la lógica del mercado.
Estos elementos, en conjunto, sitúan a la poesía sináptica como una propuesta pionera que redefine la relación entre lo humano y lo artificial en el campo artístico contemporáneo. Su alcance global, aunque no masivo, confirma que existe una sed de formas nuevas de sensibilidad, donde la tecnología no sustituye al alma, sino que la expande en nuevas frecuencias.
Referencias
Balpe, J.-P. (2000). La poétique générative. Paris: Hermès.
Benjamin, W. (1936). La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica.
Braidotti, R. (2013). The Posthuman. Polity Press.
Eno, B. (1996). Generative Music. San Francisco: SSEYO.
Haraway, D. (1991). A Cyborg Manifesto: Science, Technology, and Socialist-Feminism in the Late Twentieth Century. Routledge.
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